domingo, 21 de marzo de 2010

Extraño invitado

Esta no es una historia que yo haya vivido, en realidad la cuenta mi abuela, pero tengo tanta imaginación que parece que hubiese estado allí.
Era de noche, bueno ¿Cuándo las bodas son de día?, era el matrimonio de una de las primas de mi abuela, era un matrimonio forzado, pues la familia de la chica se encontraba en una crisis terrible, el prometido gozaba de unos lujos increíbles.
Bueno luego de realizar todo el acto matrimonial, la gente disfruta de lo que aún quedaba de la noche. Todos bailaban esas canciones que los chicos de ahora tanto odiamos, se notaba la satisfacción en sus caras; alcohol, comida y música.
Nadie notó la ausencia del novio, mi abuela siempre había sido muy curiosa y ella en aquel tiempo tenía ocho años, sentada junto a sus demás primos y hermanos debajo de la mesa, para poder coger los dulces en la mesa, ya que cada vez que repartían los ignoraban.
De repente apareció un hombre, muy bien vestido, llevaba puesto un traje de vestir muy bien confeccionado, llamaba la atención de los invitados. Se acercó a la mesa a coger algunos piqueos y a socializar con los demás.
Mi abuela junto a sus hermanos y primos que estaban debajo de la mesa, notaron que debajo de el saco del hombre que recién había llegado se podía observar una cola, no una cola de un simio, ni la de un perro; era una cola parecida a la de un toro. Todos los niños debajo de la mesa salieron de su refugio y gritaron.
-¡Tiene cola!¡tiene cola!-gritó mi abuela junto a sus primos.
La luz se apagó y se escuchó una extraña explosión fuera del local donde se había realizado el matrimonio. Las luces volvieron y para la sorpresa de todos, el hombre no se encontraba, desapareció dejando como rastro su traje, el cual mas tarde lo quemaron.

1 comentario:

Cutis dijo...

Que buena esos si son cuentos de la Abuela jajaja

Publicar un comentario