miércoles, 28 de septiembre de 2011

Necrófago

Se calcinan los pensamientos
y muerto yace un ideal,
sobre las tierras que nadie
y nada logró controlar.
Es así la fábula una vez más,
impregnada en mi una vez mas,
porque quiso quedar en agonía
mientras a fuego lento
tu ser se va consumiendo
con el furor de tus ojos,
que sin meditar
mas de dos veces
se apagó.

Pero que gélido el tiempo
se ha tornado
y que mustia volvió a ser
aquella mirada la tuya.
Monótono este lapso corto,
que se llama vida,
perdida entre miles de oraciones,
gritos que perdí en el viento
y a la luna, aquella que siempre
oyó mi decontento, vida.
Mis nubes no son mas que
un tóxico exhalo,
y la tierra es el lugar
del cual me desprendí hace mucho.

Ella en mis metáforas

Suele valsar
al compás de estridentes tonos,
al caer la noche,
con aquella luna
que alumbra sus pasos,
todos ellos de una manera insólita
y así es cada anochecer.

Su marcha es el desazón,
aquel disgusto que suele
darme en la mente
con ideas vagas
y un dilema enorme
que se basa en Me gusta o no.
Va y viene, viene y se vá,
y así pasará este periodo,
quizas el tiempo no nos cruze
y quizas, sólo quizas te pierdas
en tu labor diaria, quizas el tiempo
conspire, quizas te irás.

No conozco mas haya
que tu nombre, tu edad
y el solfeo que acompaña
siempre, tu singular presencia.
Metódica, claro está,
mas lejos, mucho mas lejos
que el tiempo otorgado
a cada quien, tu y yo.
Pero es dificil explicar
y saber porque,
aún asi te escribo,
porque de alguna manera
calas en ideas.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Epístola a Ella

Que espacios para mas claros
nos dejó el tiempo otorgado,
otro legado trunco del nunca más,
nunca más amarás,
del célebre quiebre y faustoso final,
es mas la paz del inerte.
Suerte de amorío que envolvió y muere en odio,
tragicomedia casera nacerá, el miedo a la soledad,
impera y suele a darle al alma entera,
pobre toda la fragilidad.
Mañana ahí estoy, escogí una vida baldía y marcho
me guía el desazón de la garganta extrañando marzo,
acaso el ocaso supo pintar sobre manso
mi romance demencia
es esencial, voltear la página y mirar,
lágrimas se escoden en parpados
amargos tragos nos unen,
nadie es inmune al olor del mar
tampoco al dolor de amar
Ahora solo me abordan sinfonías y te las regalo todas,
son epitafios ilusorios, episodios cruentos,
a cementerios y lamentos
y un mausoleo triste, enviste mis sueños.

Cerca del perdón el mundo nos deja un gesto,
un triste beso, un viejo traste,
donde entono un verso,
para curar fisuras del alma
y soñar olvidar lo nuestro.
Mas tarde cuando se esconda la culpa y el tedio,
beberemos del vacío del ósculo inconforme
al labio de otro de otra,
masticar las costras y saber que hiere
y que hiela por fuera, me costé la alegría
y por dentro la cruel poesía letal,
pulula ciega y loca ansiedad.
De tu olor en mi cama, de tu pelo en mi cara.
Me arde, por dentro pido perdón
si perdí las palabras en secreto
y malogré el boceto, niego quebradas.
Agujero donde te escribo mi epístola, Pierina
por que los fuegos calcinan los leños,
dejando un silencio propenso a decir te quiero,
pero mejor me sale un hasta luego.

martes, 6 de septiembre de 2011

No, solo que yo....

Me preguntas: ¿Por qué soy tan frío?
Te respondo: Soy frío, no demuestro amor mas que a algunas cuantas personas que han logrado ganarse mucha mi confianza. No demuestro lo que siento, no suelo ser así de emotivo con las cosas, no demuestro nada de ternura y tienes como testigos a anteriores enamoradas, no darle a conocer mi cariño, lo que me importan, ni nada. No me quiero portar mal contigo, no quiero hacerte daño, ni quiero que pienses que ni me importas y que ni me importarás; es evitar crear ilusiones.
Porque cuando fui  un "chico diferente y especial", me hicieron mierda los sentimientos.

Tú, que entonas esa melodía,
esa melodía que salió de mi mente,
mi mente que piensa solo en ti;
tú que me regalas una sonrisa,
tus sonrisas que me alegran el día,
un día mas en mi vida
y mi vida es tuya.

Tú, que si no estas todo es normal,
todo es tan triste, cual historia sin final.
Pero afortunadamente estás tú,
que solo sabes hacerme feliz,
que no elegiste un sólo día
para faltar uno al otro.

Tú, nena, tú que tienes esos labios;
ese color y sobre todo esa mirada,
esa mirada penetrante y verde
que me hace perder la noción del tiempo.
Tarareo: "uh la lalaaa",
y feliz me siento.

Tú y tu ser, hacen ver a este hombre la vida,
que caer, levantarse y perder, es para ganar fuerzas,
que querer seguir adelante sin importar las caídas
es para ser duros ir, seguir y vivir en este mundo con personas perversas.